A nadie hemos contado este afán inofensivo de hacernos
contra todo pronóstico e ignorando los regímenes anatómicos
un par de buenos submarinos.
Yo bien dentro, bien cansado; tú tan limpia, tan hecha de agua.
Escondidos.
A nadie hemos contado cómo están las playas solas y nuestras
cuando habito tus párpados y rechazo esa concepción pueril
que es perderse en los ojos del otro como en todo lo demás.
Tú bien limpia, bien hecha de agua; yo tan dentro, tan cansado
como un par de buenos submarinos.
Ya estamos hechos,
no hay más que comer la flora del mar.
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