viernes, 15 de junio de 2012

Y Daniel se desmaya


Quién sabe
qué tanto funcione la certidumbre,
mas sé que sirven
tus pecas para mis manos de astronauta,
tu centena de manchas de café.

No te me pierdas, una noche en un parque
de cielo poblado de puntos.
Quién sabe
dónde estés tú, cómo se llame la estrella
que te oculta.

Te entrego mi celular,
el control remoto, la guitarra de mi hermana,
mi risa llena de rostro.
Quién sabe,
podrían servir.

Mi tiempo verbal favorito es el futuro.
Qué tal hablarte de
haré, tendré, seré, veré, sabré, oiré y
pop ring.
Quién sabe.

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