domingo, 16 de enero de 2011

Pero hay algo

[...]

Pero hay algo que es oculto para mí
como lo son las manos a los ciegos.
Hay algo aún, que pronuncio
y desconozco. No es tu voz, no son
tus manos que alguna vez vi;
ni tu pierna derecha en la foto,
ni tus zapatos bonitos. No es
la ausencia que hay de ti en mis brazos,
o la ausencia de mi voz en tu rostro,
o tu risa repentina que desoigo.
Es aquel camino casi secreto
que me haces recorrer al decirlo,
al decir: “estoy desnuda
y no es la gran cosa”.

(Plop!).

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